La manta es un
accesorio textil del que ya no podemos prescindir, tanto por su
estética como por su
practicidad, nos seduce una y otra vez. Las hay de todo tipo para que cada uno encuentre su favorita. Pero, ¿
cómo elegir la manta adecuada? En primer lugar, hazte la pregunta de su utilidad, ¿quieres
una manta para calentarte por la noche en el sofá,
una manta decorativa, o quieres
cubrir un sofá estropeado o
esconder un sillón que ya no es de tu gusto? La
manta de piel es el mejor aliado de los que pasan frío en invierno. Se trata de una
manta de piel de doble cara, con un lado liso y suave en contacto con la piel y otro muy suave con pelos más o menos largos. En una casa de estilo
chalet de montaña, apuesta por el look completo con una
manta de piel de lobo o de oso. Para un ambiente de
casa de campo, elige una
manta de piel de oveja. Inevitablemente encontrará la que mejor vista su sofá. Las
mantas polares, con un estilo más informal, te mantendrán igual de abrigado. Hemos seleccionado una gran selección de mantas, hay algo para todos. Elige una manta que te mantenga caliente en invierno y, para cubrirte en verano, opta por una
manta de algodón. Las pieles delicadas no podrán prescindir de una
suave manta de franela, ¡efecto capullo garantizado! Si te gusta el aspecto vintage, elige una manta grande de punto. Los sofás de las casas de diseño optarán por la manta polar, una manta bastante atemporal que abriga y de la que nunca nos cansamos. Elige una manta fosforescente o una
manta para bebés con un diseño infantil. Para cubrir tu sofá, echa un vistazo a nuestra selección de
mantas para sofás, compuestas por mantas ligeras que
dejarán respirar la piel o
mantas grandes para envolver tus asientos.
¿Qué color debo elegir para mi manta?
La elección del color de su manta dependerá de su decoración actual. Si quieres poner un toque de vitalidad en una habitación que consideras demasiado clásica apuesta por un color de moda. La
manta azul verdoso y la
manta terracota están muy de moda. Pero si tienes miedo de aburrirte, haz una apuesta menos arriesgada optando por una
manta crudo o beige o una
manta rosa polvo en su lugar. En los hogares contemporáneos, las
mantas negras encajan a la perfección. Para crear un pequeño y acogedor nido en tu salón, una suave
manta blanca es el accesorio ideal. ¿Te preguntas
qué manta elegir para tu sofá gris? En este caso, las opciones son suyas. El gris es uno de los
colores naturales más neutros y, por tanto, combina bien con todos los demás colores. Si te gusta el
estilo escandinavo y el ambiente cálido, pon una manta en
amarillo o una manta color pastel sobre tu sofá gris. Si no, juega con el contraste,
si tu sofá es gris claro elige una
manta gris oscuro.
¿Cómo poner una manta en un sofá?
Desde la llegada de la tendencia escandinava que aboga por el
desorden organizado, la manta doblada al final del sofá ya no es realmente popular. Por el contrario, preferimos los
tejidos que ondulan maravillosamente en el sofá, especialmente cuando se trata de
mantas de pieles sintéticas o
mantas de punto. Si te has decidido por una
manta con flecos, colócala en línea recta en el centro del sofá o del sillón para que los flecos se alineen con el asiento del sofá. ¿Quieres esconder tu sofá bajo una manta? Elige una
manta de algodón gigante o una colcha grande si tu sofá es muy grande.
Deja caer unos centímetros de tela en el suelo para conseguir un bonito efecto bohemio-chic. No te olvides de
colocar unos cojines a juego encima de la manta para mayor comodidad.