¿Cómo proteger los muebles de jardín?

Las heladas y la intemperie van degradando poco a poco nuestros muebles de jardín. El polvo y la contaminación del exterior también pueden llegar a incrustarse en tus muebles. Es por ello, que te recomendamos guardar tus muebles de exterior en un lugar seco y oscuro o por lo menos cubrirlos para evitar que se manchen o que se vean dañados por la infiltración de humedad.

Las fundas protectoras son particularmente resistentes y mantendrán tus muebles a salvo de las inclemencias del tiempo y del sol.  Las cubiertas hechas en plástico son menos caras, pero conducen y amplifican el calor, lo que puede provocar deformaciones.

Es imprescindible conocer las dimensiones de tus muebles para que las fundas sean verdaderamente eficaces, ya que cada mueble tiene una forma y un tamaño propio. Recuerda que la funda debe envolver perfectamente los muebles del jardín. Existen algunos modelos que disponen de un cordón para obtener una sujeción ideal.

Tomar en cuenta la forma de tus muebles también es importante, para lograr un óptimo resultado, ya que hay cubiertas rectangulares, redondas y cuadradas. Si tus muebles de jardín están especialmente expuestos a la lluvia torrencial o a la luz del sol, te recomendamos elegir una funda impermeable y que cuenta con protección contra los rayos UV. Elige mejor una cubierta con sistema de ventilación, así podrás evitar la condensación.

Si no puedes guardar tus muebles de exterior durante el invierno por falta de espacio, elige materiales resistentes a la intermerie y que sean especialmente diseñados para el exterior, como por ejemplo, la resina tejida tratada contra la radiación ultravioleta, el acero inoxidable y el aluminio, ya que no se ven afectados por la humedad.  Si prefieres la madera, la teca y la acacia son tu mejor opción ya que resisten bien las inclemencias del tiempo.

Los muebles en metal, en acero o acero inoxidable pueden corroerse. Esto se debe simplemente, al proceso de oxidación. El óxido se desarrollará si tus muebles están en contacto prolongado con el agua. Para eliminar las manchas del acero, utiliza agua con bicarbonato de sodio. En cambio, para el acero inoxidable, es aconsejable también el bicarbonato de sodio pero mezclado con vinagre blanco.

El aluminio es conocido por su durabilidad: ya que puede soportar las heladas, así como las altas temperaturas y la exposición prolongada al sol. A diferencia del hierro forjado o el acero, los muebles de jardín hechos en aluminio son resistentes a la oxidación y la corrosión. Sólo los tornillos pueden oxidarse con el tiempo. Los muebles de jardín en aluminio son fáciles de limpiar, basta con pasar una esponja con agua y un poco de jabón para que queden simplemente relucientes.

Los distintos tipos de madera que existen son muy resistentes a la intemperie. Para evitar que los muebles de madera exótica, como la teca, cambien de color con el tiempo, es necesario aplicar un aceite especial para madera por lo menos una vez al año para lograr conservar su aspecto original. También puedes lijar ligeramente y luego teñirlos  para evitar que se filtre el agua.

La resina trenzada es un material no poroso y resistente a la intemperie. Sin embargo, a lo largo del tiempo el polvo o la contaminación pueden lograr cambiar su aspecto . Utiliza un cepillo seco para eliminar el polvo de los muebles, y limpialos con agua jabonosa, esto les devolverá su aspecto original. También puedes utilizar un limpiador para resina trenzada, que es muy eficaz para eliminar toda suciedad.

Si tus muebles de jardín son de plástico y se han vuelto amarillos o grises con el paso del tiempo, existe una solución super eficaz para darles una segunda vida: El agua Oxígenada. También es posible repintar los muebles hechos en PVC con una pintura plástica especial para exteriores.